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jueves, julio 26, 2007

En mi camino.

Que los perros ladren después de desvanecidas mis huellas,
que las zorras hipocricas me saluden con injurias en la mente,
que la escoria me ignore si así lo prefiere...

Las arpías me han tirado palabras tratando de lastimar mi ser,
me han querido flajelar llamandome, mentiroso, drogadicto, alcoholico, traidor...
me han tachado de todo, han murmurado en mi contra, han maltratado alejando amigos de mi,
han tratado de destruirme, hasta me han dicho ladrón...

Los seres rastreros me han llamado de muchas maneras, tratando de encontrar un culpable para sus propios errores, tratando de explicar por que sus crimenes se les azotan la espalda...

Son como perros, al sentirse amenazados y acorralados muerden incluso a la mano que ayudó ...

Los miembros de la j aríase disribuyeron, pero toda la escoria se conglomeró para murmurar, acusar, suponer, adivinar... finalmente para apuntar y luego aplicar la hipocresía.

Yo tranquilo... sentado disfrutando la vida, llevando mis pensamientos a lugares escritos por Dios, ese gran ser que no castiga, pero alecciona al hipocrita, ese maravilloso ente que con metáforas enseña, Él quien no mira al ser humano y sus acciones, él mira al corazón dentro de nosotros, y por ese medio nos alecciona como buen pastor que cuida a su rebaño.

Yo me dejo guiar por las palabras del Maestro que me habla en sueños y en momentos de pensamiento profundo, Él me dice que hacer, me dice quien soy y adonde voy, me dice que para encontrarlo no es necesario aglomerarnos en masas, simplemente hay que querer estar con Él.

Pero la escoria esta muy saturada de sus propios pecados y sus acciones le provocan una esquizofrenia monumental de tal suerte que destrulle todo lo que frente a sus ojos está con el único fin de siempre ser el mejor, el mas fuerte, el mas deseado, el más puro, el luchador supremo, el hombre perfecto por excelencia.... pero en su mente destruida y su corazón eternamente resentido y sin cura, todo es diferente... todo es oscuro, siniestro... traiciona, miente, destruye, manipula... y lo peor del caso... tiene exito en su engaño...

No claudicaré... soportaré los embates de esas sombras, cuando por fin se agoten de tanto golpear y de que lloren hasta que los ojos les duelan, yo seguiré ahi, sentado tomando un café y sonriendole a la luna, en comunión con mi Maestro.

Que los perros sigan ladrando a mi paso, que se sigan ocultando y mientiendo entre ellos, terminarán destruidos, sollozando y pidiendo un perdón que tal vez no merezcan, pero se les otorgará si lo piden con el corazón dispuesto.

Sigan olfateando perros, buscando rastros de un fantasma que no existe mas que en sus mentes, sigan buscando culpables para no sentir la profundidad de sus actos, despues de todo asi es la escoria y a si como se vuelca, grita, se retuerce, razga mi piel y muerde esta mano... así mismo se van esfumando en mi camino.

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