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sábado, septiembre 03, 2011

Fluoxetina.

Hoy de un irremediable tajo decidí tomar esas pastillas que apendejan los sentimientos y las emociones para hacer de cuenta que en realidad nada está pasándome. Después de todo mi doctor me las dio, tienen que ser buenas. Me rehusé a tomarlas por un largo tiempo pero creo que hice bien en aguantar, sin embarga hice mal en tomarlas hoy. Todo tiene una sencilla y dura razón: Los recuerdos. De esos momentos en que por fin logras conciliar el sueño y de pronto te ves en un lugar completamente palpable, puedes oler tu entorno, puedes sentir en tu piel el fresco... y sus manos... tocándome otra vez como lo hizo muchos meses atrás antes de irse de este mundo, escuchar su voz me llenó de alegría, lloré. No obstante la voz, esa maldita voz en el fondo, cual sádico manifiesto en mi repetía constante sin pausa: "No es real, es un sueño, no es real, es un sueño, no es real, es un sueño". Salir del trance no fue fácil. Abrir los ojos y sentirlos agolpados en lágrimas y ese calor salado corriendo por mi cara me destrozó, darme cuenta que después de todo lo maravilloso que era lo que acaba de vivir era una simple representación, bastante real, de mis deseos. Verla. Aceptarme de nuevo solo y sin motivos de sonreír en el día solo provocaron mi furia y precipité desesperado un vaso de agua y los medicamentos que tanto me negaba a tomar. Bastó un rato para sentir que el efecto empezaba a subirse en mi. Caí dormido por la relajación, no soñé. Desperté sonriendo y no se porqué. Adolorido pero aun me reía. el resto del día transcurrió sin novedad y simplemente todo me daba risa y a nada le prestaba importancia. Cayó la noche y las copas, los amigos, la convivencia, creo que solo mi pequeño y amado hermanito se dio cuente de mi situación, solo espero que entienda que para haber llegado al punto de ruptura en donde tuve que tomar la fluoxetina, si estuve realmente desesperado y dolido. Vivir así no me ha sido fácil, me siento un guerrero que después de haber luchado en mil batallas aun tiene la osadía de seguir peleando y levantarse de nuevo a seguir repartiendo golpes y balazos. No espero que alguien me entienda, solo espero que algún día yo me pueda marchar en paz sabiendo que di todo lo que podía dar y en algún momento, perdí.

2 comentarios:

Elessar Celebrindal dijo...

Enfrascado casi en los mismos sentimientos, su escrito me llena de esperanza y motivacion.
si aun toma fluoxetina?
como ha sido su experiencia con la misma?

JorgeCab dijo...

Solo fue algo que duró no más de 4 días y después apliqué la amigoterápia intensiva... Al final de cuentas, es mejor distraer de modo natural la mente... Aunque a veces, no parece ser lo mejor.